HISTORIA

La Capella de l’Antic Hospital, ubicada en el conjunto monumental del Hospital de la Santa Creu y de la Casa de Convalescència, es un edificio catalogado como monumento historicoartístico de interés nacional.

Una bula del papa Benedicto XII hizo posible la construcción, a partir de 1401, del conjunto hospitalario de la Santa Creu. Dicha bula fundacional ratificaba el acuerdo entre el Consell de Cent de la ciudad, el obispado y el capítulo de la catedral para reunir en una sola institución todos los servicios hospitalarios existentes en la ciudad en aquel momento. El Hospital de la Santa Creu se creó en un contexto de plena expansión económica para Barcelona y la nueva institución nació bajo un moderno concepto de gestión centralizada.

Se tienen noticias de la iglesia gracias a una concordia de 1402 entre el rector de Santa Maria del Pi, Guillem Carbonell, los administradores del hospital y el Consell de Trenta. Como consecuencia, el obispo de Barcelona autorizó a los administradores del hospital a construir una iglesia con varios altares y capillas. La Capella se terminó de construir en 1444, en la parte suroeste del conjunto, sobre una estructura anterior, perteneciente al antiguo Hospital d’en Colom. En el siglo XVIII se reformó por completo. Se añadió una nueva cúpula perforada por una linterna y se abrió un portal barroco decorado con una imagen alegórica de la caridad, obra de Pere Costa (1730).

Más adelante, entre 1930 y 1960, gracias a las diversas actuaciones de restauración del conjunto arquitectónico del hospital, se pudo recuperar la bóveda de cañón (románica) de la capilla, perteneciente a la edificación del siglo XIII, y algunas bóvedas de los siglos XV y XVI.

A finales del siglo XIX, el hospital quedó desbordado por el crecimiento de la ciudad y fue trasladado a la nueva sede del Hospital de Sant Pau (cuya construcción corrió a cargo de Lluís Domènech i Montaner entre 1902 y 1930). En 1926, el Ayuntamiento de Barcelona compró el edificio antiguo y empezó su reconstrucción. La Capella se destinó a actividades culturales y en 1968 se presentó una gran exposición retrospectiva de Joan Miró. A partir de 1994, se ha dedicado a presentar las obras de los artistas emergentes de la ciudad.