El asalto de los pillos es un cómic en el que, mediante el humor y un tono místico exagerado, se abordan cuestiones como la desigualdad social y la falta de oportunidades, las reacciones de una tierra envenenada o el paso del tiempo. Sus personajes viven aventuras y buscan ayuda en un paisaje desastrado en el que el humor es más una consecuencia inevitable que una decisión propia. Maleantes sin escrúpulos, perdedores y buscavidas se dan cita en sus viñetas, y generan reflexiones y conflictos, además de situaciones cómicas. Nadie lo diría, pero por encima de todos sus contratiempos se encuentra la búsqueda de la sabiduría, algo que solo algunos de ellos encontrarán.
Aldo Urbano vive y trabaja en Barcelona. Con su obra construye enigmas cuyo sentido final se le escapa, muy especialmente, a sí mismo. A través de la pintura, investiga los mecanismos de la percepción en busca de una experiencia renovadora, y para ello crea instalaciones donde este tipo de vivencia pueda ser posible. Su trabajo deriva también hacia el dibujo y la escritura, con los que adopta formas narrativas cercanas al cómic en las que la ironía y el humor están presentes.