Habitamos un mundo en donde los imaginarios sobre el futuro se encuentran secuestrados, reducidos a escenarios de crisis. Aceptamos el colapso como horizonte cierto de nuestro futuro inminente, mientras que, a la vez, este se nos desvanece entre manos.
Somos huérfanes del futuro.
Si la nostalgia es una patología que idealiza el pasado frente al caos del presente, las obras exhibidas en esta exposición invitan a habitar la nostalgia como una temporalidad reflexiva y no lineal desde donde anhelar una vida y un futuro, en todas sus multiplicidades y diferencias.
Créditos
Curaduría: Luca Carrubba y Eurídice Cabañes
Diseño expositivo: Meritxell Ahicart
Producción: Luca Carrubba
Apoyo curatorial: Jara Rocha