Residencia
Residencia
Residencia
Residencia
Tanit Plana

Residencia. primavera Fotográfica

Del 5 de mayo al 6 de junio de 2004

Ja fa molt de temps que observo els meus avis, que fa més de 15 anys que viuen en una residència.

Em semblava, fa tres anys, que a la residència el temps no passava, no veia envellir més els meus avis, ni tan sols els mobles no es movien de lloc ni els rituals canviaven gens ni mica, any rere any.

Però això va canviar fa set mesos, quan es va morir el meu avi.

Ara les coses han canviat a la residència, però, sobretot, ha canviat la meva percepció d’aquest lloc.

Així doncs, la història comença amb les fotos de la mort del meu avi i el dia del seu enterrament.

Ara, jo vull que m’internin allà, vull fer companyia a la meva iaia, que s’ha quedat sola. La identificació amb ella es va fent cada vegada més estreta i evident, potser em vull transformar en ella, i ser vella. Per entendre-la, però

Llevo ya mucho tiempo observando a mis abuelos, que desde hace más de quince años viven en una residencia.

Me parecía, hace tres años, que en la residencia no pasaba el tiempo. Se diría que mis abuelos no seguían envejeciendo, incluso que los muebles seguían siempre en el mismo lugar y las costumbres se mantenían sin el más mínimo cambio, año tras año.

Pero hace siete meses, todo cambió. Mi abuelo murió.

Ahora, en la residencia, las cosas han cambiado. Más bien, ha cambiado la percepción que yo tenía de este lugar.

Así es como la historia empieza con las fotos de la muerte de mi abuelo y el día de su entierro.

Ahora, yo quiero que me internen allí. Quiero acompañar a mi abuela, que se ha quedado sola. Mi identificación con ella se va haciendo cada vez más estrecha y evidente. Tal vez es que quiero convertirme en ella, y ser mayor. Para entenderla a ella, pero, sobre todo, para comprenderme mejor a mí misma.

La idea es sencilla, nos habla de un acercamiento a algo absolutamente inevitable: la muerte. De adónde van a parar los residuos sociales. Aproximarse a un límite no resulta un viaje fácil jamás, pero siempre es una experiencia fructífera.

Y sobre todo, la relación íntima que existe entre mi abuela y yo, nuestras conversaciones, sus dudas, sus silencios. Cómo se verá afectada o alterada esta relación por mi decisión de permanecer a su lado.

Muy cerca.

Nadie habla de los espacios vacíos y de los silencios.
Del tiempo extraño que pasamos esperando.

 

Col·laboradors:    ràdio4  |   schilling cafè  |   primavera fotogràfica  |   ajuntament de Barcelona