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Francesc Vidal

P H N

Del 12 de febrero al 10 de marzo de 2002. Sala Petita

PHN

Francesc Vidal y la Batalla del Ebro

Es posible que la utopía de las últimas vanguardias de acercar el arte a la vida no sea solamente una imagen abstracta si tomamos el tiempo necesario para descubrir que todas las imágenes hablan de nosotros.
Lo primero que reclaman las imágenes que funcionan como algo más que un simple recordatorio de que tenemos que seguir comprando cualquier otra cosa inútil es tiempo.
A diferencia del tiempo pautado para el spot publicitario, o el del trayecto urbano que realizamos acompañados por la coreografía de imágenes que pueblan el espacio público, el tiempo de la obra de arte y de su espectador es relativo, interactivo. Cada obra y cada espectador disponen del suyo, lo necesario para activar el canal de comunicación que dejará entrever lo que la imagen oculta, arisca, en la primera mirada.
PHN se expuso por primera vez el pasado mes de diciembre en la Escuela de Arte y Diseño de Tortosa, ciudad que se ha movilizado popularmente y democráticamente en una nueva Batalla del Ebro en contra de la ejecución del Plan Hidrológico Nacional.
Francesc Vidal en PHN nos invita a descubrir lo que se esconde tras la imagen del dinero, en este caso el de la financiación del polémico Plan Hidrológico Nacional. Para ello elige una moneda y el despojo de su función mercantil para exponer el valor simbólico que la imagen contiene. La amplía, la ilumina, la envuelve en un aura de imagen única y la transforma en un exquisito artefacto artístico que necesita una pequeña inversión del tiempo del espectador para mostrarle los símbolos de un Estado que no duda en imponer un PHN destinado a transformar la vida de un amplio territorio, a pesar de la rotunda oposición de la mayoría de sus habitantes. El papel de agitador cultural que caracteriza el trabajo de Vidal encaja perfectamente con la agitación social desatada por la crisis del PHN (Plataforma en Defensa del Ebro: www.ebre.net).

No es la primera vez que una obra de Francesc Vidal planea sobre las repercusiones sociopolíticas de la gestión institucional del dinero público. El mismo tema ya se ponía de manifiesto en la propuesta Dinero Público, seleccionada en la convocatoria Art Públic Calaf 1999, donde se cuestionaba la financiación institucional del Arte Contemporáneo con fondos provenientes de los impuestos de los ciudadanos y su incidencia real en el contexto social. También con el cuestionario Estado de crispación, que en la actualidad navega por Internet entre programadores culturales independientes, Vidal ha iniciado un debate dirigido a clarificar cuál es la política cultural de las diversas instituciones catalanas y el alcance de sus presupuestos en relación con la creación de infraestructuras que doten de auténtica relevancia los numerosos proyectos artísticos, y de difusión cultural, que se desarrollan en el ámbito independiente y son, y han sido siempre, los auténticos generadores de nuevas propuestas.

Francesc Vidal asume la necesidad de la comunicación como una cuestión imperativa. Es por ello que no se conforma con mostrar sus obras en las salas de exposición, el lugar habitualmente preestablecido para el arte, sino que transita por los espacios físicos y conceptuales frecuentados por el público, sin dudar en invadir la calle con sus imágenes, tal y como hizo con los carteles de PHN, de estética inequívocamente fascista, distribuidos por los escaparates de los establecimientos comerciales de Tortosa en un intento de crear una situación polémica a través de un tema tan conflictivo.
Busca al público, se dirige a él con un lenguaje que le es familiar y le habla de temas que le afectan de la manera más cercana. El carácter localista -ultralocalista, lo llama él- de la mayoría de sus obras se sitúa en un intento de borrar la categoría abstracta de las imágenes, las noticias, las informaciones que nos acechan cada día desde los medios de comunicación y donde todo se convierte en un espacio alejado de nuestras vidas, de modo de ficción. Un espacio y un tiempo donde son los otros los que hacen todo lo que nunca sabemos hasta qué punto nos concierne. Aquel espacio perfectamente acotado donde la política es algo que hacen los políticos; el arte, algo que hacen los artistas, y la vida (con mayúsculas) pasa siempre lejos de casa, mientras tenemos demasiado trabajo para fijarnos.

El elemento que articula, hace ya mucho tiempo, la trayectoria creativa de Francesc Vidal es el intento de acercar el público al arte contemporáneo (o quizás es al revés), y se ha propuesto, con la su labor artística, dar la batalla a las imágenes y los mensajes mediáticos utilizando sus mismos códigos visuales y sus estrategias de difusión. Lo peculiar de su propuesta es que, sirviéndose de las formas popularizadas por los medios de comunicación, intenta articularlas en clave de crítica y con una finalidad de agitación cultural colectiva. Es por ello que su obra es siempre exquisitamente esteticista, y de un cuidadoso formalismo que aspira a confrontarse de tú a tú con los mensajes espectaculares en su propio terreno y saltar encima del espectador con una chispa imprevista de revuelta cuando, de repente, nos muestra todas sus cartas.

Patrocina: Caja Madrid. Obra social
Medios de comunicación patrocinadores: El País i Ràdio 4
Colabora: Schilling